viernes, 7 de diciembre de 2012

Borregos de una sociedad


Este experimento me resulta fascinante. El modo en que una persona se deja llevar en algo tan simple, con tan poca importancia, como puede ser la orientación en que todos se colocan en un ascensor.

Somos borregos de la sociedad. Donde va uno, van todos. Nos dejamos llevar por lo que todos creen correcto, creemos todo lo que se nos dice siempre que encaje con el resto de verdades ya dichas, y así nos sentimos bien. Integrados, formando parte de algo. Esa es una de las facetas que nos hace humanos, necesitamos vivir en sociedad para crecer como personas. ¿Pero es así realmente?
Este criterio de verdad se conoce como 'Coherencia', donde solo podemos admitir como verdadero un juicio si es coherente con todo lo demás que admitimos como verdad.

¿Pero qué clase de crecimiento es este? ¿Cómo voy a crecer como persona si me dedico a dejarme llevar, dejarme influir y aceptar todo lo dicho? No se puede.



Hay montones de casos en nuestro día a día que nos demuestra esto. Hoy en el instituto, hemos tenido una charla sobre primeros auxilios. El último tema tratado ha sido el tema de las drogas. El monitor pedía motivos por los cuales alguien entraría en las drogas y yo le di el motivo que más veo normalmente: Presión social. Mis amigos las toman y no voy a ser el/la único/a que no lo haga. Quiero integrarme. Quiero ser guay, ¿qué hay más guay que estar apoyado en la pared con un cigarro entre los dedos? Si todos lo hacen no será tan malo, ¿qué mas da? Lo peor es que había gente que veía esto normal. ¿Qué ocurre? ¿Que si no lo haces, te dejarán de lado? Entonces no son amigos. ¿Quieres ser guay? Pues esfuérzate llegando a algo en la vida. ¿No es tan malo? Yo creo que el simple hecho de alterar tu percerpción de la realidad y crearte dependencia, ya hace que lo sea.

En mi grupo de amigos no bebía nadie. Comenzó a salir con nosotros un chico que bebe. Ahora todos beben, menos dos o tres que no lo hacemos. Yo controlo, mientras se sepa controlar, no es malo decía la más responsable de todos los que bebían. Y el sábado me la encontré vomitando en el parque mientras otra le sujetaba el pelo. Así te lo pasas mejor, dicen. Yo me lo paso muy bien y no me hace falta tomar nada. Además... ¿no es mejor poder recordarlo todo al día siguiente y evitar dolores de cabeza resacosos?

Yo: Me sorprendió mucho que la gente dijese que entraría en las drogas por no quedarse solo.
Mi madre: Si todos pensaran como tú, entonces no habrías podido decir 'por presión social', ya que a nadie le ocurriría. Tú misma lo dijiste, no debería soprenderte.
Cuánta razón.

Yo creo que el hecho de que somos borregos se ve en todos lados. A gran escala, puede verse en el simple hecho de que exista el concepto 'moda'. Todos seguimos ciertas tendencias, por decirlo de algún modo, sea porque las seguimos realmente o porque, cuando algo se pone de moda, las tiendas solo venden eso. Lo difícil que sería ahora encontrar un pantalón que llegase hasta la cintura, por ejemplo. ¿Por qué no puedo salir con unas gafas de buzo a la calle? ¿Por qué, si a mí me gusta? No está bien visto.
Hace un par de semanas me compré un gorro de navidad que me encantó. Me parece muy original, y creo que será interesante ver que pasará cuando salga con él a la calle.

Y a pequeña escala, vale con ver una ciudad, incluso con ver nuestra clase bastaría para afirmarlo. Hay dos o tres graciosos (si realmente lo son), que disfrutan molestando en clase, lanzando bolas de papel cuando el profesor se gira y demás. La gente a esto reacciona de varias maneras:
-Les molesta, les parece inmaduro e inapropiado para una clase de 1º de bachillerato, y si la bola o lo que sea llega a ellos, la guarda, la deja caer al suelo, o la ignora. Les molesta y no van a fingir lo contrario. Cuando surge el momento apropiado, hablan con el tutor/a.
-Les molesta y les parece inmaduro, como al grupo anterior, pero si demuestran esto, los graciosos los van a tomar por gente aburrida, gente a la que atacar si surge el momento con alguna broma desagradable y, en consecuencia, prefieren fingir que les hace gracia, soltar alguna risita y disimular. Si la ocasión lo permite, lanzarán la bola, dirán alguna gracia acorde con el momento, etc. Colaborarán.
Sin embargo, a la hora de quejarse, son los segundos los que más lo hacen. Siempre y cuando, nunca se sepa que fueron ellos los que se quejaron. Borregos, borregos everywhere.

He enseñado este vídeo a varias personas. Algunos me han reconocido que habrían actuado como las víctimas mostradas, que habrían ido imitando sus gestos. Sin embargo, hubo respuestas por parte de tres amigos míos que me sorprendieron bastante y, por como conozco a estas tres personas, creo realmente que actuarían así.

E: Yo me habría quedado tal y como me hubiera colocado, la verdad. No me habría molestado en girarme o colocarme como ellos. Yo habría pasado de todo bastante, si eso, me habría quedado mirándolos, por ver que hacen.

H: Yo me habría salido del ascensor. Qué miedo, por favor. ¿Te lo imaginas? Cuatro personas girando a la vez y haciendo cosas raras. Quita, quita. Yo a la primera cosa extraña, me habría salido y habría utilizado las escaleras. Además, los ascensores nunca me han gustado.

A: Yo no me habría movido, pero me habría puesto a mirarlos con cara de '¿Qué narices estáis haciendo?', seguro. Y te imagino a ti en el ascensor, María José, mirándolos y riéndote a carcajadas.


Quizá tiene razón, vaya. Habría sido muy gracioso. Algo que me sorprende del vídeo es la cantidad de gente que se oye reírse de fondo. Reíos, sí, pero segura estoy de que un 90% de vosotros habría actuado igual.



Conclusión: Somos borregos. Y hablo, y he hablado todo el tiempo, en primera persona del plural, porque me incluyo. Yo creo que nadie se libra de ser un borrego. ¿Te hace menos borrego el hecho de saber que lo eres? No, solo eres un borrego consciente, supongo. ¿Cómo evitar serlo? Todo nos orienta a serlo. La educación, los medios de comunicación, nuestras familias, el mundo. ¿Cómo saber lo que es cierto o no? Y lo peor, ¿cómo cambiarlo? Yo desde que era pequeña he dicho que lo que quiero es cambiar el mundo a gran escala.

Mi madre: ¿Sabes ya qué quieres estudiar?
Yo: No sé, algo para cambiar el mundo.
Mi madre: Lo puedes hacer con pequeñas cosas. Ayudando, siend...
Yo: Eso ya lo hago. Pero eso no va a contribuir a que Haití mejore, por ejemplo.
Mi madre: Pero que yo sepa, eso no se estudia.
Yo: Pues entonces no estudio y busco otra forma.
Mi madre: El dinero es otra forma. Y para ello tienes que trabajar. Y para ello, estudiar.
Yo: Pues nada, pensaré a ver que estudio.

Yo creo que seguiremos siendo borregos hasta encontrar la valla que nos han puesto para encerrarnos, como buen rebaño que somos, y la saltemos. ¿Y quién ha puesto la valla? Gente de más clase social, gente con más importancia aunque probablemente sean menos importantes que tú y que yo, pero bueno, ellos se lo creen y por eso, nos lo creemos que son borregos de su propia sociedad. Su propia sociedad de auto-satisfacción, indiferentes del resto del mundo. Son esclavos de su mente, que les hace alcanzar límites como la corrupción, haciéndoles aún más borregos. Los que más creen tener el control, son los que más lo han perdido.

El día que encuentre la valla, no buscaré el mejor modo de saltarla, intentaré derribarla para que todos puedan salir. Al fin y al cabo, ¿de qué sirve dejar de ser un borrego, si todos los siguen siendo? No puedes hacer que un perro diga 'miau', al igual que no puedes hacer ver lo que tu ves a una persona ciega, por medio de descripciones o palabras. Tienes que quitarle la venda, para que vea. Y ella te ayudará a quitar más vendas. Y algún día, el mundo verá.

Porque ser borregos no consiste en ser todos iguales. Hay gente que busca ser diferente porque no quiere ser como los demás. Pero todas esas personas que intentan ser diferentes, al fin y al cabo, ¿no son iguales entre ellas?  Yo creo que ser borrego es estar ciego, de dos formas. Estar ciego, ignorando que lo eres; o estar ciego y saberlo, lo cual no quita que lo seas.