martes, 26 de noviembre de 2013

EL COMPLEJO DE EDIPO

El complejo de Edipo surge del mito que recibe el mismo nombre:
Edipo era el hijo de Layo y Yocasta. El oráculo anuncia a Layo que su destino es ser asesinado por su propio hijo el cual, tras eso, se casaría con su mujer; y por ello Layo entrega a su hijo a un sirviente para que lo abandone. Pero el sirviente lo entrega a un pastor, que lo entrega a su vez al rey de Corinto, Pólibo, y su esposa Mérope, quienes lo acogen.
El joven Edipo escucha rumores de que Pólibo y Mérope no son sus verdaderos padres y consulta al oráculo, quien le dice que su destino es matar a su padre y casarse con su madre.
Edipo, creyendo entonces que Pólibo y Mérope sí que son sus verdaderos padres, deja Corinto para huir de su destino.
Durante su viaje se encuentra con Layo, entran en una pelea, mata a su verdadero padre y se casa con su madre. Cuando ésta descubre que Edipo es su hijo se suicida y éste se saca los ojos y abandona la ciudad.




SEGÚN FREUD:
El complejo de Edipo es, entonces, un complejo que se da en niños, donde éste centra su deseo sexual en la madre y crea celos y rivalidad contra su padre, contra el cual no puede hacer nada porque sabe que es más fuerte que él y, además, también le quiere, lo que crea sentimientos contradictorios y miedo irracional. Quiere casarse con su madre y matar a su padre, pero teme ser castrado (su madre lo está). Entonces se forma el superyó en el niño, que rechaza el incesto por miedo a la castración.
La niña, por el contrario, tenderá hacia su padre desde un principio al creer que tanto su madre como ella están castradas. Tenderá hacia su padre en busca de lo que la madre no tiene (pene), y que constituirá la base de su futura función sexual.


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